Bankia en principio estaba planeado que tan solo fuera la marca comercial bajo la cual operaría Banco Financiero y de Ahorros (BFA), un Sistema Institucional de Protección (fusión fría) surgido en 2011 de la fusión de los negocios bancarios de siete cajas de ahorros.
Al cierre de 2013, poseía unos activos totales de 251.472 millones de euros, un volumen de negocio de 276.631 millones de euros y 6,7 millones de clientes de todos los segmentos, según los datos de la propia entidad.